Te cuento: 

Siempre nos gustó el campo. Y tuvimos el privilegio de disfrutar mucho de la naturaleza durante la infancia de mis hijos. 

De esos regalos que te ofrece la vida! 🎁

Vivíamos en Madrid, -una ciudad que amamos aunque ya no sea nuestro hogar-, pero nos escapábamos al campo en cuanto podíamos. 

Había un gallinero, y mis tres hijos iban a recoger los huevos frescos para llevar a casa.

Un día, mientras mi hijo Keko metía los huevos en la cesta me preguntó ..

-“Mamá, este huevo es de yema o de pollo?”

Pues eso. 

Que por fuera parecen todos iguales pero su interior guarda grandes secretos.

A ellos lo que mas les impresionaba era el inicio de una nueva vida, ya fuera un corderito naciendo o unos pollitos saliendo del cascarón…

Sobretodo los pollitos, porque no sabían si el huevo iba a ser de yema o de pollo 🐣